EL PRIMER HOMO SAPIENS Y LA EVA MITOCONDRIAL
En 1967 Richard Leakey encontró en el valle del río Omo, en la formación rocosa de Kibish, Etiopía meridional, un cráneo sin la región facial y parte de un esqueleto de un individuo llamado Omo I, y partes del cráneo de un segundo individuo llamado Omo II. Omo I tenía la apariencia de un humano moderno, con una capacidad craneana de 1400 cc, en tanto que Omo II presentaba rasgos arcaicos. Ambos fósiles parecían revelar algún tipo de comportamiento funerario en la sociedad a la que pertenecían. La discusión respecto a si se trataba de dos especies distintas o si sólo eran variaciones dentro de una misma especie, además del hecho de asignarles alguna filiación, ha sido enconada. Se los ha adjudicado (al menos a Omo II) a la especie rhodesiensis o a la helmei. Pero ha primado la tesis de que se trata de Homo sapiens antiguos. La datación inicial de los restos, con técnica de uranio-torio238 aplicada a ostras asociadas a los restos, les otorgó una antigüedad de 130.000