AUSTRALOPITHECUS ANAMENSIS:¿EL PRIMER POLÍGAMO?








Descripta en 1995 por Meave Leackey sobre hallazgos anteriores datados en 1965 y 1994 y los propios de 1995, el nombre de esta especie proviene de la voz turkana "anam" que significa "lago". Hace referencia tanto al actual lago Turkana/Rodolfo como al paleolago Lonyumun: cerca del primero se encuentran Kanapoi y Allia Bay (sitios de los hallazgos de 1994 y 1995) y en las orillas del segundo parece haber vivido esta especie. Datada en 4,2 y 3,9 millones de años en el Plioceno Inferior.
El primer hallazgo data de 1965 y consiste en un fragmento de húmero encontrado por Bryan Patterson en Kanapoi (KP271). En 1988 y 1995 Meave Leakey encontró doce fósiles, consistentes en piezas dentales, en Allia Bay.   A estos hallazgos hay que sumarles una mandíbula inferior exhumada por Peter Nzube en Kanapoi (KP 29281) y una tibia descubierta por Kamoya Kimeu, también en Kanapoi, en 1994 (KP 29285). Recientemente, en 2005, el equipo de Tim White identificó un fémur , restos de mandíbula y dientes (entre ellos el canino más grande encontrado entre los homínidos) perteneciente a esta especie en Asa Issie, curso medio del Awash, Etiopía.
Los estudios comparados sobre los fósiles encontrados han permitido a investigadores como Leakey y White concluir que se trataría de un claro caso de anagénesis (cambio progresivo) y no de cladogénesis (bifurcación). En el intrincado árbol genealógico humano lo segundo parece ser la regla. En cambio los fósiles de Ardipithecus, Anamensis y Afarensis parecen constituir una continuidad evolutiva clásica.
Anamensis vivió en un ambiente más abierto, con sabanas extensas interrumpidas por bosquecillos. La estructura ósea permite deducir que no sólo era bípedo sino que también era un poderoso trepador.  De hecho el patrón de adaptación locomotora desarrollado en esta especie se mantuvo sin grandes alteraciones en las especies siguientes (al menos hasta el Africanus). No obstante los rasgos avanzados del esqueleto poscraneal, el cráneo de anamensis era aún similar al de un chimpancé. La dentadura es de esmalte más grueso que en su predecesor el ardipithecus. También los molares son más grandes, evidenciando que no sólo comía vegetales.
El Anamensis presenta un claro dimorfismo sexual: las hembras pesan unos 45 kg., en tanto que los machos llegan a los 60 kg. Esta característica sugiere que, quizá, conformaban comunidades de varios machos emparentados, cada uno con un pequeño harén de hembras (patrón de conducta social típico para animales con idéntica escala de dimorfismo sexual).


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