JEBEL FAYA: LA MIGRACIÓN MISTERIOSA








La evidencia genética apunta a que el ser humano moderno desciende de un grupo de personas que abandonó África hace 60.000 años atrás. A pesar de que otra clase de evidencia contradice esta afirmación. Ya  hemos mencionado el hecho de que los humanos australianos y los de Extremo Oriente son tan diferentes del tipo físico africano que muchos autores se inclinan por sospechar que, más bien, podrían ser alguna forma de continuación de tipos asiáticos endémicos y muy antiguos. Se han formulado hipótesis alternativas a la de la migración única ("Out of África"), como la multirregional o de deriva genética que no cuentan con apoyo o simpatía del oficialismo académico en la actualidad. Otras hipótesis intermedias, sin negar la de la migración africana, dejan abierta la posibilidad de que otros linajes hayan intervenido en la formación de los tipos humanos modernos. La objeción fundamental a las tesis no oficiales es de carácter genético y secundariamente arqueológica. Pero sobre todo, sin que se lo admita honestamente, es una objeción ética. La teoría de la primera migración hace descender a todos los seres humanos de una sola cepa genética y borra de un plumazo todas las diferencias entre los seres humanos. Aún contra toda lógica, reducen las diferencias somáticas a simples adaptaciones ocurridas en los últimos 60.000 años. A pesar de que muchas de las peculiaridades constitucionales de los grupos humanos necesitarían alrededor de 800.000 años de evolución para consolidarse, según algunos cálculos genéticos. Está claro que admitir las tesis no oficiales sería admitir la existencia de razas y subespecies dentro de la humanidad moderna.
Por otro lado hemos hablado de evidencias arqueológicas. Pues bien, existen evidencias de que hubo al menos una migración anterior a la oficialmente admitida. Se trata del hallazgo en 2006 de herramientas líticas en el sitio Jebel Faya, Emirato de Sharjah, en Emiratos Árabes Unidos, realizado por un equipo al mando del geógrafo físico Simon Armitage de la Universidad de Londres y del arqueólogo Hans-Peter Uerpmann de la Universidad Eberhard Karls de Tübinga. Las excavaciones empezaron en 2003, pero recién en 2006 aparecieron restos líticos que arrojaron cifras anteriores a las de la supuesta "primera migración": 100 y 125.000 años.
Estos restos corresponderían a humanos que atravesaron el estrecho de Bab-el-Mandeb hace 130.000 años, fecha en la que se produjo un descenso dramático de las aguas y la separación entre la costa africana y la árabe se redujo a 4 kilómetros, jalonados por islotes. El clima se había vuelto cálido nuevamente, tras un ciclo de frío glacial, y la región del sur de Arabia exhibía una exhuberante vegetación y abundante presencia de caza.


En 2011 la revista Plos One informó del hallazgo de miles de piezas líticas en las montañas de Dhofar, sultanato de Omán (región fronteriza con Yemen), por un equipo dirigido por Jeffrey Rose de la Universidad de Birmingham. Los instrumentos fueron sometidos a la técnica OSL (en español LOE: Luminiscencia Ópticamente Estimulada), arrojando una antigüedad próxima a los 106.000 años. Por otro lado se descubrió que los utensilios de piedra estaban fabricados según la técnica de la Edad de Piedra Media de Nubia, la misma empleada en yacimientos encontrados en el Nilo.
Las puntas y hachas de mano aparecidas en Jebel Faya se parecen a otras de la misma fecha encontradas en África Oriental. De hecho se han señalado una serie de sitios en África y Arabia en los que se desarrolló esta técnica lítica: Jebel Urayf y Jebel Naquah en Sinaí; Nazlet Khater, Abydos, Makhadma, Taramsa Hill, Sodmein Cave, Oasis Kharga, Bir Tarfawi, Bir Sahara, Abu Simbel, Jebel Brinikol, 1035, 1038, Isla de Sai, Gorgora Rockshelter, K'One y Hargeisa en Nubia;  Shabwa, Wadi Wa'sha, Aybut Al Auwat, Aybut Ath Thani, Mudayy Como Sodh y Jebel Sanoora en Yemén y Omán. También han sido relacionadas con las herramientas de piedra encontradas en 2003 en el sitio Jwalapuram Valley, sur de la India. Uno de los directores de las excavaciones de este sitio, Ravi Korisettar Karnatak, cree que Jebel Faya es uno de los jalones de una ruta migratoria originada hace 125.000 años en África Oriental, que cruza el sur de Arabia, bordea el golfo Pérsico y se dirige a Irán y la India. Jwalapuram tiene 74.000 años y las herramientas aparecen debajo y encima de las cenizas volcánicas de la erupción del Toba. Recordemos que el evento Toba produjo una catástrofe climática consistente en un recrudecimiento del frío glacial, responsable de la extinción de especies animales en los siguientes 10.000 años. Algunos autores creen también que los humanos modernos podrían haber sido llevados al borde de la extinción en ese entonces.
Pero así como algunos autores han cuestionado la supuesta extinción de humanos debido al volcán Toba, también se ha cuestionado la relación existente entre las herramientas de Jebel Faya y las de África Oriental.. John Shea, de la Universidad Stony Brook de Nueva York, Stanley Ambrose, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaigne y Paul Mellars, de la Universidad de Cambridge, creen que podría tratarse de una migración asiática procedente del Golfo Pérsico. Recuerdan que hace más de 100.000 años se produjo también una migración de humanos desde África hacia Palestina. Hace 70.000 años esos humanos fueron sustituídos o desplazados por los Neanderthales en Medio Oriente. Podría, pues, vincularse a Jebel Faya con movimientos migratorios de esa primitiva población asiática de humanos modernos.

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