HOMO RODHESIENSIS: LA LÍNEA AFRICANA HACIA EL HOMBRE ACTUAL



El problema de definir los clados filogenéticos intermedios entre el ergaster y el sapiens surgió cuando se decidió poner fin a una comodidad teórica como era englobar todos los especímenes en la definición Homo erectus u Homo sapiens. Desde que los estudios genéticos revelaron que el ADN de sapiens y el de neanderthalensis se separaron evolutivamente hace entre 750 y 1 millón de años (coincidiendo con un cambio de condiciones ambientales fechado entre 1 millón y 700.000 años, período de transición en los ciclos glaciares) y que tal cosa posiblemente ocurrió en África, quedó claro que los fósiles europeos quedaban fuera de la discusión. Al menos heildelbergensis, que pasaba a ser descendiente de algún clado africano, y que se considera evolucionó hacia el Neanderthal. Al parecer una especie africana evolucionó hacia el sapiens, y muchos empiezan a sospechar que esa especie fué el Homo rhodesiensis.
Esta especie fué definida en 1921 por el antropólogo británico Arthur Smith Woodward, quien recibió en el Museo Británico el polémico cráneo de un homínido datado en 350-125.000 años, encontrado durante los trabajos en una mina de plomo y zinc por el suizo Tom Zwiglaar en la localidad de Broken Hill (hoy Kabwe), antigua Rhodesia del Norte (hoy Zambia). Presuntamente estaban asociados al cráneo una tibia y fragmento de fémur, mientras que una mandíbula superior más un sacro pertenecerían a otro individuo de aquella especie. La polémica estuvo siempre atada al Hombre de Broken Hill. En primer lugar su datación es insegura y, actualmente, incorroborable. El sitio donde se halló se encuentra actualmente inundado y la muestra fósil del cráneo no se puede utilizar para realizar muestras fiables de datación. Se supone que el estrato en el que se encontraban los restos era de un millón de años mínimo. Sin embargo se especuló con que su edad no superaría los 10, 40 o 60.000 años. La edad de 125.000 años mínimo y 300.000 años máximo (al cráneo se lo ha datado en hasta 400.000 años)  es posterior y combina varios métodos de datación (ya que las muestras arrojan datos muy dispares). El cráneo tiene una capacidad de 1280 cc, cara central prominente, enorme torus supraorbitario, nariz gruesa y grande, frente muy inclinada, prognatismo acusado, bóveda medianamente baja. Presenta trazos de enormes caries con abcesos infecciosos. Al parecer presenta deformaciones óseas, indicios de padecimiento de alguna enfermedad (se ha sugerido "acromegalia")  Pero a todo esto se suma el informe del Dr. Jack Cuozzo (autor de "Buried Alive: The starling about Neanderthal Man"), Doctor en Cirugía Dental en la Universidad de Pennsylvania y biólogo de la Universidad de Georgetown, que reveló la existencia de un orificio casi circular de 8 mm en el lado izquierdo del cráneo, en el hueso temporal. Pero también existía un segundo orificio más grande en el hueso occipital, en la parte trasera inferior del cráneo, en la inserción de la columna con el cráneo. La existencia de dos hendiduras en el orificio del hueso temporal parece indicar que no hubo recuperación postraumática (lo que sea que le provocó tales orificios pudo ser causal de la muerte, si bien es posible que se los hayan hecho después de muerto). Cuozzo sugería que el cráneo de Broken Hill había sido atravesado por una bala, lo que podría indicar que se trataba de un individuo moderno. También se ha sugerido trepanación (lo que también sería evidencia de procedencia reciente) o mordedura de hiena.
El cráneo de Broken Hill o Kabwe VP754/1 es un clásico de la historia de los hallazgos antropológicos. Y tuvo que esperar a la aparición de otros fósiles similares para que la intuición de Woodward de que se trataba realmente de un homínido prehistórico se viera confirmada.
Es el caso de Eyasi 1 y 2 (Tanzania). Se trata de tres fragmentos pertenecientes a dos cráneos descubiertos en 1935-38: Eyasi 1 (presunto masculino) y Eyasi 2 (presunto femenino). Los fósiles se dataron en 200-130.000 años. Se les bautizó como Palaeoanthropus njarasensis. Se lo consideró restos de un intermedio erectus-sapiens.
En 2005 (14 de febrero) el equipo del paleontólogo Manuel Domínguez-Rodrigo, de la Universidad Complutense de Madrid, encontró en la zona del lago Eyasi un trozo de cráneo datado en 118.000 años ("Valentino"). Similar a los restos de 1935-38, presenta rasgos muy arcaicos. En 1953 Keith Jolly encontraba 27 fragmentos del cráneo del Hombre de Saldanha, en Hopefield, Elandsfontein, 120 km. al norte de Cape Town. Su datación es insegura. Se le asigna una antiguedad promedio de 300.000 años (150.000 mínimo y 500.000 máximo). Su capacidad es de 1200 cc.
Se le suman a estos fósiles los cráneos OH11 (Ndutu Beds), OH22, OH23 de Olduvai (Tanzania), con 300.000 años de antigüedad; tres dientes  y fragmento de fémur de Laynyamok, también de 300.000 años; cráneo de  Ileret, Guomde,  Kenia (KNM-ER 3884), hallado en 1976, con antigüedad de 270.000 años y discutido como integrante de otro grupo (Helmei); un fémur también de Ileret (KNM-ER 999); otro fémur de Berg Aukas (Namibia); mandíbula hallada en 1947 en Cave of Hearth, Makapansgat, Sudáfrica, con 200.000 años; el cráneo L18 de Laetoli, con 250-200.000 años; el cráneo de Eliye Springs (Kenya), con 250-200.000 años; maxilar con molares y premolares de Oued Dagadlé (Djibouti), con 250-200.000 años.
Los restos más antiguos encontrados hasta ahora son los de Bodo, Etiopía (1976-81), datados en 600-400.000 años (cráneo y cara, también un fragmento de húmero). Similares a los de Kabwe, presenta gran torus supraorbital y el orificio nasal más ancho de todo el registro hominido. Su cara es muy grande, prominente el torus supraorbital, malar también muy grande y prominente. Los análisis de White evidencian manipulación post-mortem, con señales de posible descarnamiento en el malar izquierdo. Hay que sumar a Bodo una serie de restos igual de antiguos: un diente en Gladisvale (Sudáfrica) con 660.000 años; dos mandíbulas de adultos (BK67 y BK85 18), dientes y huesos postcraneales de Formación Kaphturin, cerca del lago Baringo (Kenya), con cerca de 700.000 años. También los fósiles de Olduvai: fémur (OH 12) y otros fragmentos, mandíbula (OH22) del Miembro IV con 780.000 años, mandíbula (OH23) de la unidad Masek Beds con 600-400.000 años.
Muy antiguos son también los restos de Ndutu, Tanzania, aparecidos en 1973: fragmentos craneales (Ndutu 1), datados entre 300/400.000 y 600.000 años. Su cara es grande y prominente, como en el cráneo de Bodo, el torus frontal muy espeso.
Los restos marroquíes Thomas Qarry I (mandíbula) y Thomas Quarry III (fragmento cráneo y dientes, asociados a industria achelense), datados en 400.000 años de antigüedad son asignados a este taxón (otros los vinculan a heildelberg o a mauritanicus). También la hemimandíbula de la Cueva Littorina, Sidi Abderrahman (Ternifine 2), datada en 200.000 años, y la mandíbula de Kebibat (Marruecos), con cerca de 250.000 años. De hecho los restos de Ternifine 1, datados en 600-800.000 años, han sido propuestos como integrantes de rhodesiensis, si bien otros los incluyen como heildelbergensis o mauritanicus (incluso antecessor). A su vez el fósil de Salé (Marruecos), descubierto en 1971, un cáneo de 400.000 años perteneciente a un adulto femenino y una capacidad de sólo 950 cc. son considerados como rhodesiensis. Al parecer se trató de un individuo que padecía anomalías cervicales casi incapacitantes. Sus rasgos son arcaicos: torus, frente huidiza.
También suele considerarse en ciertos casos al trozo de cráneo y mandíbula sin mentón de Rabat (Marruecos), hallados en 1933, y fechado en 120.000 años, como un Rhodesiensis algo tardío. Más problemáticos son los fósiles de Djebel Irhoud (Marruecos), hallados en 1961: restos de 5 individuos (calota craneana de adulto, mandíbula, húmero e ilion de un niño). Su antigüedad es de 200/190-120.000/80.000 años. Djebel Irhoud I (cráneo completo de 1305 cc y cara muy moderna; presenta torus supraorbital contínuo) posee una mezcla de rasgos arcaicos y modernos que lo hacen de difícil clasificación.
El 16 de febrero de 2006 apareció en cercanías del arroyo Gawis, tributario del río Awash, depresión de Afar, Etiopía, un nuevo cráneo datado en 250-500.000 años, atribuído por el momento a rhodesiensis. El autor del hallazgo fué Asahmed Humet, del Proyecto Gona de Investigación Paleoantropológica. Sileshi Semaw, director del Proyecto, reportó el hallazgo.
De difícil clasificación son los restos de Gesher Benot Ya`akov (Israel): dos fémures de datación incierta (posiblemente en el entorno de los 600.000); y el parietal de Nadaouiyeh, Aín Askar (Siria) de 500-450.000 años, que ha sido comparado con los fósiles de Zhoukudian. También el cráneo incompleto (mitad del frontal y dos parietales) de Kabasa (Turquía), fechado en 400.000 años, presenta frente huyente, surco postoral y torus grueso y contínuo, además de trazos de haber padecido tuberculosis (osteocitos lesionados detrás de la órbita ). Quizá podría agregarse a este conjunto los restos fragmentarios de la cueva de Sel`Ungur (Kirguizstán), con no más de 150-100.000 años. Se supone que, debido a su proximidad con los sitios africanos podrían ser considerados como rhodesiensis. Existen sitios con presencia de útiles achelenses en Israel, que podrían ser adjudicados a rhodesiensis (o a heildelbergensis, según otros): Ruhama (próximo al millón de años, quizá menos) y Birket Ram (entre 500-300.000). En Birket Ram y en Tam Tam (Argelia), sitios de antigüedad similar, se encontraron las primeras representaciones humanas en estatuillas toscas de basalto de 4-5 cm.. También se ha señalado la presencia de sitios achelenses del entorno de los 500.000 años en Pakistán e India que podrían ser atribuídos a una migración asiática de africanos rhodesiensis. No se puede descartar que se trate de los ancestros de un taxón asiático definido a partir de muestras de ADN provenientes de restos hallados recientemente en Denisova. Se ha preferido, en cambio, asignar el cráneo de Zuttiyeh, Galilea (Israel), de 157-106.000 años, el fémur de Tabun, Nivel Eb de Monte Carmelo (Israel) y el fémur y partes de esqueleto axial de la cueva Karain (sur de Turquía), los dos últimos con fechas próximas a 100.000 años, dentro de la categoría de los próximos al sapiens moderno.
La inclusión de los fósiles arriba mencionados en la especie rhodesiensis es discutida por muchos autores. De hecho hemos optado por no incluir algunos (como el cráneo de Florisbad) debido a que se lo suele clasificar en otro grupo (helmei). Los fósiles rhodesiensis suelen ser identificados por las siguientes características: capacidad craneana entre 1280 y 1325 cc, grandes torus supraorbitarios, mentón y frente huidizos, cara grande y prominente, robustez general del cuerpo. En resúmen: serían aquellos fósiles con mayor número de arcaísmos morfológicos. Recuerdan más bien a heildelbergensis o neanderthalensis. Hasta tal punto que Phillip Rightmare los considera parte de una misma especie (más específicamente cree que rhodesiensis debe incluirse dentro de heildelbergensis). Jean-Jacques Hublin cree que rhodesiensis está emparentado con neanderthalensis y no con el Homo sapiens. Sin embargo Tim White cree que se trata del ancestro del Hombre de Herto (Homo sapiens idaltu).
Los estudios genéticos apoyan la existencia de una línea africana separada de la europea, por lo que el o los clados africanos deben ser considerados separados de los europeos y asiáticos. El rhodesiensis podría ser un descendiente de los tipos post-ergaster de entre 1,4 y 800.000 años (representados por OH9, Daka, Bouia, Olorgesailie, eventualmente Olduvai y Kapthurin), que presentan capacidades craneanas próximas a 1.000 y características anatómicas intermedias entre ergaster, rhodesiensis (o heildelberg), antecessor y sapiens.
La especie rhodesiensis se ubica en un período especialmente inestable del Pleistoceno medio. Entre los 781.000 (comienzo del Pleistoceno Medio) y los 126.000 (comienzo del Pleisoceno Superior) se sucedieron 3 avances glaciares y otros tres períodos interglaciares, con oscilaciones térmicas y descensos dramáticos del nivel de los océanos.  En realidad los análisis de isótopos de oxígeno en fondos oceánicos registran siete grandes oscilaciones térmicas en este período de tiempo (llamadas MIS: Marine Isotope Stages, u OIS: Oxygen Isotope Stages). No obstante se puede decir que es predominantemente frío entre 781.000 (evento glacial OIS18) hasta cerca de 420.000 (evento glacial OIS12). Luego es predominantemente cálido desde el evento interglacial OIS11 hasta 126-120.000 (episodio interglacial OIS5). Se trata de una radicalización del fenómeno de enfriamiento originado hace 2,5 millones de años (Glaciación Biber). La diversificación en clados "arcaicos" proto-sapiens se inició precisamente antes del inicio de la gran glaciación de 781.000, que tiene un pico de máximo glacial hace 620.000 (evento OIS16).








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