HOMO ANTECESSOR: ¿EL PRIMER EUROPEO O UN PROTO-SAPIENS?






 "Antecessor" significa "el que se adelanta", "pionero", "explorador". Pero también se refiere a la categoría de ancestro directo del hombre moderno que le quisieron conferir sus descubridores, ya que sus características físicas constituyen un antecedente de las que aparecerán en el Homo sapiens. El descubrimiento de los primeros restos de esta especie (un diente encontrado por Aurora Martín en la Trinchera del Ferrocarril) el 8 de julio de 1994 en el llamado Estrato Aurora, Estrato 6 o TD6 (Gran Dolina) por el equipo de José María Bermúdez de Castro, Luis Arsuaga Ferreras, Eudald Carbonell Roura, A. Rosas, I. Martínez y M. Mosquera pusieron en entredicho la entonces dominante teoría de la "jóven Europa", que decía que en este continente los restos humanos más antiguos no pasaban de los 500.00 años. El grupo de Bermudez de Castro, Arsuaga y Carbonell fue el continuador desde 1991 con el Proyecto Atapuerca de los trabajos realizados hasta 1982 por Emiliano Aguirre.
En 1997 se daba a conocer el hallazgo en las campañas de 1994 y 95 de una gran cantidad de restos pertenecientes a 5 individiduos (un niño de 3-4 años, otro de 10-12, un adolescente de 13-15 años y dos adultos) de una especie de homínido de una antigüedad de entre 850 y 750.000 años. Los restos craneales y postcraneales presentan fracturas, cortes y otras marcas producidas por instrumentos líticos cortantes, lo que parece ser evidencia de canibalismo.
Los caracteres físicos del Homo antecessor resultan ser una curiosa mezcla de modernidad y arcaísmo. En efecto, presenta una morfología mediofacial y subnasal próxima a Homo sapiens así como un patrón de desarrollo dental muy moderno. También el aspecto de la dentadura, en especial el pequeño tamaño de molares y premolares es similar al del hombre moderno. Sin embargo la forma de los dientes es tan primitiva que remite a Homo habilis. A su vez la mandíbula recuerda a la del Homo heildelbergensis y también al Homo erectus asiático (se ha señalado que la mandíbula de una mujer antecessor de 15-16 años encontrada en Gran Dolina es idéntica a la del Sinanthropus). La capacidad craneana es de 1000 cc.. Por otra parte aspectos como la forma del arco supraorbital (en doble arco), la proyección hacia adelante de la región nasal, la morfología del hueso púbico y el hueso occipital redondeado recuerdan a Homo neanderthalensis. Se estima que la altura promedio de los antecessor era de 1,60 m..Algunas investigaciones recientes han permitido deducir que los antecessor eran diestros (los chimpancés y, al parecer muchos homininos, son ambidiestros), y que el patrón de crecimiento de sus dientes era más rápido que el nuestro. También se sospecha que se limpiaban los dientes con palillos, así como que no solían padecer de caries. Análisis de sus cráneos han permitido establecer que su rango de frecuencia auditiva era muy similar al nuestro y se especula con que podía utilizar un lenguaje simbólico.
Los restos de Homo antecessor aparecen asociados a instrumental lítico muy primitivo del Modo 1 (olduvayense). Los restos líticos tienen una antigüedad por lo menos de un millón de años hasta 1,2-1,5 millones de años.
El 30 de junio de 2007 se encontró una mandíbula asociada a un premolar (ATE9-1) y a material lítico olduvayense (4 lascas simples y 5 lascas de desecho) en el nivel TE9 de la cueva Sima del Elefante, con una antigüedad de 1,2-1,3 millones de años.  La mandíbula presenta un aspecto muy arcaico en su parte anterior,  pero en su parte posterior e interior resulta muy moderna (plano alveolar vertical, no horizontal y ausencia de torus). En mayo de 2008 la revista Nature presenta el hallazgo asignándolo provisionalmente a la especie Homo antecessor. Sin embargo el equipo de Atapuerca pone en duda la filiación de la mandíbula a Homo antecessor y la compara con Homo georgicus (la llaman "especie Ñ"). Por otro lado el investigador británico Chris Stinger, antropólogo del Museo de Historia Natural de Londres, tiene dudas tanto de que se trate de un fósil de antecessor como de que tenga alguna relación con Homo georgicus.
Precisamente Chris Stinger ha presentado en 2010 el hallazgo de industria lítica olduvayense (78 piezas) de 970-860.000 años de antigüedad en Happisburgh, Norfolk (Inglaterra). El hallazgo fué presentado como evidencias del "Hombre de Happisburgh" y se lo relacionó cronológicamente con Homo antecessor.
La discusión queda planteada en torno a la forma en que se distribuyen los yacimientos con industrias líticas en la Península Ibérica: una concentración de sitios en la región Nordeste (Cuenca del Ter, Puig d`En Roca, Can del Duc de Torroella, Can del Duc de Ullà, Can Formiga, Puig d`Esclats, Avellaners), otro al sur (Guadix-Baza, Cueva Victoria, Campo de Calatrava, Venta Micena, Cúllar Baza, Aculadero, El Rompido, Magoito, Açafora) y otro en la zona de Atapuerca. Los hallazgos sureños resultan ser los más primitivos. El resto se ubica en el entorno del interglaciar Günz-Mindel. Una de las explicaciones para esta dispersión tan pronunciada es la teoría que sugiere que a una primer migración de procedencia africana vía Gibraltar de homínidos olduvayenses se superpuso otra procedente del Cáucaso o de Italia que cruzó los Pirineos.  De hecho existe una confrontación importante entre los que defienden el orígen africano vía Gibraltar (o el canal sículo-tunecino) y aquellos que postulan un orígen asiático-caucasiano de la población de homínidos europeos.
También se discute fuertemente sobre el papel evolutivo del Homo antecessor, además de su propia existencia como especie. Al parecer parece existir consenso para admitir que los restos de Atapuerca deben ser atribuídos a un tipo endémico de homínido. No existe consenso para atribuir los restos de Ceprano (Italia) a antecessor (si bien muchos los consideran una misma especie). Por otro lado no parece demostrada la relación evolutiva antecessor-heildelbergensis y mucho menos la relación antecessor-sapiens. La hipótesis de Bermúdez de Castro de que una población norteafricana de antecessor es el ancestro del Homo sapiens no ha podido ser corroborada por evidencias fósiles. Además existe una discusión respecto a si a los restos de Orce y los de la Sima del Elefante deben ser adscriptos al taxón antecessor o a otro no especificado. La anatomía de antecessor evidencia retención de características infantiles, un rasgo típico de Homo sapiens. Se esperan los resultados de análisis de ADN para saber con exactitud si está en la línea evolutiva que conduce al hombre moderno, o solamente es un caso de desarrollo evolutivo similar. Las características anatómicas "sapiens" suelen ser un poco comparables a las características "erectus", presentes en varias especies sin relación directa entre sí.

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